La mayor sala del cine Publicis, de los Champs Élysées, ha acogido este jueves una mezcla de misa laica y reunión espiritista: “Christo debe sonreír al vernos”. La frase hace alusión a la espectacular acción artística que se ha inaugurado este jueves en París, con la que se ha cubierto el Arco de Triunfo siguiendo los bocetos del artista, fallecido en 2020, resucitado por el empaquetamiento del emblemático monumento.
En el escenario, la emoción de Vladimir Javacheff, sobrino del artista y responsable de la continuidad y el oficio discursivo de la ministra de Cultura, la alcaldesa de París y el presidente de los monumentos nacionales. La presentación urbi et orbi del empaquetamiento del Arco de Triunfo padeció los consabidos discursos, aunque los 14 millones de euros que costó los dejó Christo, fruto de la venta de sus bocetos. Más generosidad póstuma: cedió al monumento los derechos de su nombre para productos derivados.