Las autoridades sanitarias suecas reconocieron que han tenido que desechar dosis de la vacuna de AstraZeneca después de que las personas citadas anularan la cita o sencillamente rechazaran la inoculación tras saber que iba a utilizarse esta vacuna en concreto.
Las autoridades sanitarias de Gotemburgo y Estocolmo han asegurado que la cifra de personas que rechazan la vacuna es relativamente baja, pero han confirmado estos casos, según recoge la agencia de noticias estatal sueca.
Las dosis deben ser utilizadas en cuestión de horas desde que son retiradas de la refrigeración, pero en ocasiones el personal sanitario no encuentra a otra persona sin vacunar que pueda aprovechar el medicamento.
Suecia recomienda AstraZeneca solo a personas mayores de 65 años después de detectarse varios casos de trombos en mujeres de menos de 60 años, lo que propició un parón en la administración de la vacuna en este y otros países. Suecia está por debajo de la media de la UE de porcentaje de población vacunada.
«En mi departamento preparamos la vacunación para 150 pacientes con diabetes de más de 65 años. Hasta 20 cancelaron la cita y siete se marcharon. Uno dijo: ‘No quiero morir’ y se marchó de inmediato», ha explicado la doctora Maria Taranger en declaraciones al ‘Göteborgs Posten’. «La estimación de riesgo que están haciendo es una locura absoluta», ha remachado.