Se están desarrollando nuevos métodos de vacunas que podrían transformar el acceso y la facilidad de uso para futuras pandemias, así como para combatir las enfermedades existentes.
La tecnología detrás de las vacunas sin agujas
¿Cómo funciona esta tecnología? Comienza con un disco diminuto con salientes cortas y afiladas llamadas microagujas dispuestas alrededor del círculo. Las microagujas se componen de azúcares que actúan como agentes para preservar la vacuna que se encuentra en el interior. Se aplica una ligera presión sobre el lado plano del disco y, tras cinco minutos, la vacuna es aplicada sobre la piel mientras se disuelven las microagujas. Las células dendítricas dentro de la piel envuelven el material y lo conducen a las células del sistema inmune que producen anticuerpos.
Beneficios de las vacunas sin agujas
Esta tecnología parece demasiado buena para ser verdad, y brinda múltiples beneficios. Si alguna vez has tenido problemas para sostener a tu hijo durante una inmunización tradicional, o has debido arrastrarlo al consultorio de su doctor cuando debe recibir alguna vacuna, esta tecnología te brindará un gran alivio. En las áreas con pocos recursos, los beneficios de esta tecnología son aún mayores.
Las vacunas sin agujas requieren una dosis menor de la vacuna para conseguir una inoculación efectiva, esto significa que este tipo de inmunización es ideal en tiempos de escasez de vacunas. Lo más importante es que éstas pueden ser utilizadas en ambientes cálidos y no requieren refrigeración. Este hecho hace que sean increíblemente útiles en áreas del mundo que se encuentran en desarrollo y en situaciones de emergencia ya que las vacunas tradicionales pierden la efectividad cuando no se mantienen a bajas temperaturas. Finalmente, con nada afilado de lo que haya que deshacerse, estas vacunas también son más seguras para los trabajadores médicos, que ya no tendrán que preocuparse por la transmisión accidental de enfermedades con agujas usadas.
Los pasos siguientes en el desarrollo de la tecnología de vacunas sin agujas
Otra aplicación de esta tecnología está relacionada con los parches de vacunación de ADN. En esta aplicación, las microagujas descritas más arriba insertan hebras de ADN que contienen el código de un virus o una proteína directamente en las células. El cuerpo percibe que la proteína es ajena a él y monta una defensa inmune, lo cual resulta en un incremento en la inmunidad ante las enfermedades. Los parches de ADN también ofrecen una forma de vacunación que es tan sencilla e indolora como la aplicación de una curita. Estas nuevas vacunas también son estables a temperatura ambiente, lo cual las hace ideales para el uso en países en vías de desarrollo dado que no se necesita equipo de refrigeración ni almacenamiento. Desafortunadamente, aún nos encontramos a una década de que se realicen pruebas de estas vacunas para humanos. Sin embargo, actualmente se realizan investigaciones importantes en este campo.