Por definición, la cavidad pleural es el espacio virtual que se encuentra entre la pleura visceral (el tejido que recubre al pulmón) y la pleura parietal (el tejido que recubre por dentro a la cavidad torácica). Este espacio es habitualmente minúsculo con una escasa cantidad de líquido en el pequeño espacio existente. Sin embargo, este espacio puede llenarse de líquido (derrame pleural) en diversas circunstancias.
Para entender mejor las causas del derrame pleural entrevistamos al Dr. Gary Kosai Vargas Mendoza, reconocido Cirujano de Torax en la ciudad de Mérida, Yucatán, quien amplió nuestra información sobre este tema.
CAUSAS
El derrame pleural se divide en dos tipos, según su origen:
Trasudado: El líquido se filtra a causa de la presión elevada de la sangre. La pleura, en estos casos, está sana. Suele estar originado por una insuficiencia cardíaca y, en algunos casos, por cirrosis hepática.
Exudado: La procedencia varía, aunque las más frecuentes son: bloqueo de los vasos, tuberculosis, neumonía, lesiones pulmonares o tumores.
Por lo tanto es importante identificar la causa del derrame pleural para poder dar el tratamiento más adecuado.” –subrayó el especialista Dr. Gary Kosai Vargas Mendoza, formado en Cirugía de Tórax en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas”.
SINTOMAS
Así también, el Cirujano de Torax, Dr. Gary Kosai Vargas, puntualizó que los síntomas estarán relacionados con la cantidad del derrame y con la causa que lo produjo, éstos pueden incluir:
- Dolor torácico, normalmente agudo que empeora al toser o respirar profundamente (dolor en punta de costado)
- Tos
- Fiebre
- Hipo, que ocurre por un movimiento involuntario del diafragma
- Respiración rápida
- Dificultad para respirar (disnea)
DIAGNOSTICO
Es fundamental una historia clínica con la ocupación laboral, posible exposición a tabaco y asbesto, fármacos usados y enfermedades previas o actuales, sobre todo enfermedades del corazón, hígado, riñones, etc.
La existencia de un derrame pleural se sospecha por los síntomas del paciente y al auscultar el pulmón, y se confirma al realizar una radiografía del tórax, ultrasonido de tórax o tomografía.
Si las causas del derrame no son evidentes es necesario realizar una toracocentesis, es decir, extraer líquido del derrame (líquido pleural) para mandarlo a analizar. Esto nos permitirá saber si se trata de un trasudado, un exudado, un empiema (pus), un hemotórax (sangre), etc.
Además, nos permitirá enviarlo para cultivo y ver si existe algún microorganismo responsable del derrame y para ver células malignas en caso de que se trate de un cáncer.
Otras alteraciones además del derrame pleural. Cuando a pesar de todas estas pruebas no se llega a ningún diagnóstico puede ser necesario realizar una biopsia pleural mediante una toracoscopia. Comentó lo anterior el Dr. Gary Kosai Vargas Mendoza quien es especialista en realizar estudios y tratamientos quirúrgicos de las enfermedades que comprometen el pulmón, la pleura, la tráquea, el mediastino, el diafragma, la estructura ósea y los tejidos blandos de la pared torácica. Además de algunas enfermedades del esófago en casos clínicos seleccionados.
TRATAMIENTO
El tratamiento del derrame pleural es el tratamiento de la enfermedad responsable.
Trasudados. En general requiere la administración de diuréticos (medicinas para orinar) para que el líquido vaya saliendo lentamente de la pleura.
Exudados. El tratamiento es el de la enfermedad responsable.
Empiema. Si existe pus en la cavidad pleural siempre debe de ser extraído. Para ello se debe realizar una toracocentesis, colocando un tubo de drenaje entre dos costillas. El tubo se deja conectado a un aparato que recoge el pus y evita que pueda entrar aire en el espacio pleural.
Hemotórax. La sangre también debe ser siempre extraída con la colocación de un tubo de drenaje (toracocentesis).
El Dr. Gary Vargas Mendoza, con amplia experiencia en cirugía de tórax de mínima invasión (videotoracoscopía), nos explicó también que si el derrame está comprometiendo mucho la capacidad respiratoria, también puede extraerse líquido en los trasudados y en los exudados para que mejore la respiración del paciente. Sin embargo, salvo en los empiemas y en los hemotórax, no existe necesidad de extraer todo el líquido de la pleura. En algunos pacientes en los que no se llega a conocer la causa del derrame, es necesario realizar revisiones a lo largo del tiempo. En otros casos el derrame desaparece solo y se piensa que se debe a una infección por virus.
El Dr. Gary Kosai Vargas Mendoza es Cirujano de Torax. Actualmente es miembro del Colegio de Neumólogos y Cirujanos del Tórax de Yucatán, SECT, Sociedad Española de Cirugía Torácica, ALAT, Asociación Latinoamericana de Tórax, Sociedad Mexicana de Cirujanos Torácicos Generales, European Thoracic Society.
Su consultorio #622 está ubicado en el Hospital «Faro del Mayab», en Calle 24 #280, Temozón Norte, Santa Gertrudis Copo, en Mérida, Yucatán.
Cel. 9994 47 51 76
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