Cuando las temperaturas suben, nuestra piel necesita cuidados especiales; en especial la de los niños. Éstos pasan más tiempo al aire libre expuestos al sol, insectos, cambios climáticos, sudor y contaminación.
Son muchas las lesiones que pueden ocurrir en la piel a causa del calor: sudamina (el famoso “sarpullido” por calor), quemaduras solares, dermatitis por contacto, e incluso brotes de dermatitis atópica o seborreica en los niños que las padezcan; por eso es muy importante cambiar un poco la rutina de cuidado de la piel y adaptarla al clima.
A continuación, te compartimos, a través de la siguiente entrevista que le realizamos a la Dra. Rossana Bernés Flores, dermatóloga pediátrica, los cuidados básicos que debemos tener para proteger la piel de nuestros niños en temporada de primavera-verano.
Mantener la piel fresca
Optemos por ropa suave, de tejidos naturales como el algodón. Como lo destacó la Dra. Bernés, debemos procurar que no quede muy justa o pegada a la piel, de lo contrario podemos provocar un efecto oclusivo y favorecer la aparición de lesiones consecuentes; como el “sarpullido”, que son pequeñas bolitas rosadas, superficiales, de aparición en pliegues o zonas muy arropadas.
El agua termal puede ser un excelente aliado contra las altas temperaturas; rociándola con frecuencia durante el día, la piel se refresca, disminuye su temperatura, recupera el agua que se ha ido evaporando a través de la epidermis y brinda una agradable sensación de frescura.
Mantener la piel limpia
La especialista puntualizó que el baño diario es fundamental para el cuidado de la piel. Utilizando un “detergente sintético” (o syndet) con pH ácido cercano al de la piel se logra eliminar contaminación, sebo, células muertas, sudor e impurezas que pudieran adherirse a lo largo del día. Puedes ayudarte de una solución micelar formulada para la piel infantil para retirar sudor, comida, etcétera.
Proteger la piel del sol
La radiación ultravioleta es de los elementos más dañinos para la piel. Sus efectos sobre esta incluyen desde quemaduras, hasta envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Durante la infancia (primeros 18 años de vida) se recibe el 80% de la radiación solar de toda la vida. Tomando en cuenta que el 20% de la radiación solar se filtra por las ventanas, también se debe proteger la piel del son incluso estando bajo techo.
En este sentido, la dermatóloga Bernés subrayó que a partir de los 6 meses de vida se debe aplicar un protector solar mineral en la piel de los niños y reaplicarlo cada 4 horas, que es el tiempo que dura su efecto. Ya existen fotoprotectores solares de laboratorios dermatológicos que, al ser etiquetados como “pediátricos” o para bebés, ya tienen los ingredientes adecuados. Debemos buscar que la formulación sea a base de óxido de zinc o dióxido de titanio. Estando al aire libre, el protector se debe aplicar cada 2 horas, ya que pasado de ese tiempo la protección no es suficiente para el nivel de radiación. Niños menores de 6 meses no deben exponerse al sol, como indican los consensos internacionales.
La experta en dermatología pediátrica destacó también que, además de este tipo de protección solar, debemos utilizar medios físicos: ropa con UPF, que deje la menor cantidad de piel expuesta, sombrero o gorro con el ala mayor de 8 cm, buscar siempre estar a la sombra o cargar una útil sombrilla, no olvidar los lentes oscuros para cuidar los ojos y, lo más importante, evitar exponerse directamente al sol entre 11:00 am y 4:00 pm.
Utilizar repelente de insectos
De igual forma -y para concluir- la Dra. Bernés Flores mencionó que además de las molestas picaduras, los insectos como los mosquitos son vectores de transmisión de enfermedades graves como el dengue, Zika y Chikungunya, las cuales son endémicas de nuestra región.
Sólo existen tres ingredientes efectivos para proteger la piel de los insectos: DEET, IR3535 e iraridina. Estos brindan protección repelente de 3-10 horas, dependiendo de su concentración. La Academia Americana de Pediatría recomienda su uso a partir de los 2 años, y en el caso del DEET, a concentraciones no mayor –finalizó.
La Dra. Rossana Bernés Flores es dermatóloga pediátrica certificada por el Consejo Mexicano de Dermatología y por el Consejo Mexicano de Certificación en Pediatría. Además, es miembro del Colegio Mexicano de Dermatología Pediátrica, de la Society for Pediatric Dermatology, del Colegio de Pediatras de Yucatán y del Colegio Ibero-Latino Americano de Dermatología. Su consultorio #517 está ubicado en el Hospital Star Médica, calle 26 No. 199, entre 15 y 7 Col. Altabrisa, en Mérida, Yucatán.
Citas al: 9991 18 35 39