Vivimos en un estado, en el cual todos los negocios que “no son esenciales” no pueden estar abiertos por contingencia y los negocios que, abren y no cumplen con las medidas sanitarias impuestas por el estado son sancionados, actualmente ningún negocio puede tener un aforo mayor al 50% o son sancionados con multas brutales y no solo eso si no que también son cerrados por las autoridades correspondientes.

Aquí claramente se ve un aforo con su capacidad al 100% sin protocolos de sana distancia ni uso de cubre bocas la realidad que vivimos es un claro, mal ejemplo de Maurico Vila Dosal donde permite que trabajen los negocios que él considere sin respetar las restricciones que el mismo nos impone.

Gracias por darlos el ejemplo de asistir a, eventos masivos. y de hacernos ver que la ley no es pareja con todos!